miércoles, 18 de junio de 2008

Texto Topográfico




Un refugio

Aproximadamente en 4x3 mt. viven mis sueños, en colores celeste cielo, las paredes son nubes que más que un día frío muestran la tranquilidad de un lugar incierto; en cada borde se encuentra una variedad soles de rostros serenos acompañados de planetas y estrellas del mismo color, amarillos para ser exacta.
Si existe un lugar para escapar de la realidad es este. El techo es un universo constante, adornado de incontables estrellas, de colgantes por doquier y de velas que alumbran, siendo la única luz artificial.
En una de las paredes se cuenta la historia de miles de infancias, unos niños pequeños jugando a amar; un niño disfrazado de algún animal rosa con una nariz achatada, una cola de resorte y unos rizos rubios. Cada uno de estos personajes fueron dibujados con unos crayones gastados, como la infancia que perdí.
Otra pared cuenta con ejemplos gráficos lo fui y lo que soy, fotos adornadas con estrellas, y un dibujo más de una niña en tonos fríos, con un semblante triste que añora compañía, y un lema que busca ser más respuesta que pregunta… Where is the love? Cantan las paredes.
Y me queda una pared más, una que tiene con pequeños trozos de canciones, con mariposas de papel, con colores y tonos innumerables, una pared de alegrías, de lemas constantes, de risas, de esperanzas.
Este pequeño lugar se encuentra adornado también de mucha tecnología, libros y papeles, muebles en todo el lugar, que a veces impiden caminar. Unas alas en un rincón me recuerdan que en algún momento debo volar, unos ventanales grandes me enseñan que cada día hay que levantarse abrirlos y darle la luz a este lugar que no la tiene.
Predomina el color azul y el amarillo, aunque nunca lo quise así, estrellas sin poder contarlas, más de cien quizás, más de mil tal vez.
Un lugar para descansar, cuenta la historia de mi vida la cual no quiere crecer, retrata en lo que allí guarda lo que aun quiero ser.

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